Poeta de los XIII Encuentros de Humanidades y Filosofía
Raúl Herrero Herrero

Raúl Herrero Herrero


Cervantes de Perfil o La venta de los milagros
Comedia famosa en tres actos, un preludio, un ballet y un interludio
de Raúl Herrero
Publicado en Libros del Innombrable (Zaragoza, 2012), ISBN: 978-84-92759-24-8

Acto I
(Fragmento)
Oscuro. Se ilumina la escena con lentitud. Luz de mañana. Suena el tema anónimo de
1700 Rue de la Vola. El escenario reproduce el patio de una venta, con un pozo en el
centro del que Maritornes obtiene agua con un cubo. El ventero Palomeque también en
escena. Los personajes congelados. Entra el perro.

El perro.-
Sueña el enfermo, a quien la fiebre ardiente
abrasa las entrañas, que en la boca
tiene de las que ha visto alguna fuente,
y el labio al fugitivo cristal toca,
y el dormido consuelo imaginado
crece el deseo, y no la sed apoca.
(Sale el perro. La escena cobra vida).
Palomeque.-(Habla a Miguel de Cervantes que todavía no ha entrado en escena). Sea
bienvenido a esta humilde venta en la que vuesa merced hallará posada y lecho, sus
enjalmas acomodo y el jumento buen pesebre.
(Entra Miguel de Cervantes con un cuadro envuelto en una tela y un cartapacio
colmado de papeles bajo el brazo).
Cervantes.-La tarde me llegaba a la altura del cuello.
Palomeque.-Palomeque, así puede llamarme si precisa de mí alguna cosa.
Cervantes.-Lo agradezco. ¿Es ésta una buena venta…?
Palomeque.-No lo dude vuesa merced. ¿Tiene previsto quedarse mucho tiempo?
Cervantes.-Mañana seguiré mi camino.
Palomeque.-Acomódese cuanto quiera.. Si tiene necesidad de llevarse algo al estómago
Maritornes le pondrá en el olfato y la boca algunas viandas. (A Maritornes que
permanece junto al pozo). ¿No es así?
Maritornes.-Si el caballero lo pide… que es buena cosa servir a persona principal.
Palomeque.-Vuelvo a mis obligaciones, si me lo permite.
(Palomeque sale).
Maritornes.-(A Cervantes). Ándese con cuidado porque esta venta se ha llenado de
huéspedes.
Cervantes.-Gracias por el aviso muchacha.
Maritornes.-Tome en serio mis advertencias, que yo sé lo que me digo.
Cervantes.-No será para tanto.
Maritornes.-Y para más, ya juzgará con su juicio. Y no crea que aquí podrá saciarse a su
gusto. El señor de este venta, el señor Palomeque, guarda baja siete llaves los capones y
las carnes. A los viajeros les sirve pan negro y cocido de bacalao.
(Entra Aldonza).
Aldonza.-¡Qué bien acompañada te encuentro Maritornes!
Cervantes.-(Presentándose a Aldonza). Mi nombre es Miguel de Cervantes.
Aldonza.-A mí me bautizaron como Aldonza. ¿No será vuesa merced capador de
puercos?
Maritornes.-Aldonza, no seas rústica.
Cervantes.-Ese es mi aspecto…
Aldonza.-En verdad me recuerda a ese viejo que afirma ser caballero, ese que confunde
esta venta con un castillo. Mientras le atendíamos lanzaba por su boca tales disparates
que a todas nos dejó admiradas.
Cervantes.-¿Puede saberse el nombre de persona tan particular?
Maritornes.-Pues no, no lo recuerdo. Pero ¿como dijo que se llamaba uno que venía con
él?
Aldonza.-Durante su estancia se topará con esos y otros viajeros, y comprobará su
cordura.
Maritornes.-Si el molimiento con el que algunos alcanzaron esta venta les permite
moverse.
Aldonza.-Atiende, Maritornes, que me parece sentir a los gitanos.
Maritornes.-Vendrán a bailar a cambio de algunos reales.
Aldonza.-Esa que por allí se acerca… ¿no es la gitana a la que llaman Preciosa?
Maritornes.-Lo parece. Daré aviso a los huéspedes por si les placen estas distracciones.
(Sale Maritornes).
Aldonza.-(A Cervantes). Quédese vuesa merced, no se arrepentirá si asiste al jolgorio.
(Entran Don Juan y su criado desde dentro de la venta).
Don Juan.-Me consideraré dichoso si esa que viene por allí es la gitana Preciosa. Pues
de Madrid a Sevilla se ha extendido su fama de hermosa y graciosa en el baile.
Criado.-(A Cervantes). ¿También vuesa merced ha sabido de Preciosa?
Cervantes.-No, pero me siento admirado por las alabanzas que le dedicó el famoso
Grisóstomo en una de sus coplas.
Don Juan.-(Grita). Salgan todos, que llega el donaire convertido en mujer.
(Entran Don Octavio y Doña Tisbea).
Don Octavio.-(A Don Juan). ¿A qué vienen esas voces?
Don Juan.-Tenga paciencia vuesa merced y pronto lo sabrá.
Doña Tisbea.-¿Llega algún entretenimiento?
Criado.-Se trata de una de las cosas de ver que hay ahora en el mundo.
(Entra Preciosa acompañada por las gitanas 1 y 2 y los gitanos 1 y 2, los últimos con
guitarras).
Doña Tisbea.-Bella criatura, sin duda. La carne mortal supera a la fama.
Preciosa.-Bonita bien creo que lo soy, pero no tanto como dicen, ni por pienso.
Gitana 1.-Atiendan sus señorías, ¡vengan, vengan vuesas mercedes! Por tres reales de a
ocho, si lo desean, les ofreceremos bailes y canciones.
Don Juan.-(Mientras entrega a Preciosa unas monedas). Ahí van la mitad.
Don Octavio.-(Que ofrece a Preciosa otras monedas). En la mano le dispongo el resto.
Gitana 2.-El cielo proteja a señores tan generosos y les dé vida de cien años.
Aldonza.-No se demoren, que estamos ansiosos.
(Los gitanos buscan unas sillas, se sientan y tocan las guitarras. Las gitanas bailan con
brillantez, canta Preciosa una tonada con la siguiente letra que se corresponde con un
soneto de Miguel de Cervantes).
Preciosa.- ¡Siéntense todos! Atención que comienzo.
Cuando Preciosa el panderete toca
y hiere el dulce son los aires vanos,
perlas son, que derrama con las manos;
flores son, que despide de la boca;
suspensa el alma, y la cordura loca
queda a los dulces actos sobrehumanos,
que, de limpios, de honestos y de sanos,
su fama al cielo levantado toca.
Colgadas del menor de sus cabellos
mil almas lleva, y a sus plantas tiene
amor rendidas una y otra flecha.
Ciega y alumbra con sus soles bellos ,
su imperio Amor por ellas le mantiene,
y aún más grandezas de su ser sospecha.
(En la mitad del baile ha entrado Palomeque que, maravillado, aplaude enardecido al
finalizar la canción; a los aplausos se suman el resto de los huéspedes).
Cervantes.-(A Preciosa). Vuesa merced es graciosa y posee arte.
Aldonza.-Se lo dije.
Palomeque.-(A los gitanos). Por lo mucho que me han agradado esos requiebros vengan
vuesas mercedes conmigo dentro, que encontraré algo que darles de comer y después, si
quieren, podrán seguir con su cantares.
Preciosa.-Es muy amable su excelencia. Y me atrevo a rogarle que nos permita pasar la
noche aquí, en la venta.
Gitano 1.-Por el mismo Dios le aseguro que no quedará escaldado de nuestra compañía.
Don Octavio.-Yo respondo por ellos.
Doña Tisbea.-¿A qué santo viene eso?
Don Octavio.-Tras habernos entretenido sería agravio abandonarles en el camino a su
suerte.
Cervantes.-Se me antoja que son personas de confianza.
Palomeque.-Si a todos les parece bien, así será.
Gitano 2.-Mil gracias les doy a vuesas mercedes en mi nombre y en el de mis
compadres.
Aldonza.-(A los gitanos en voz baja). Acompáñenme, les ofreceré algunos bocados de
pan y queso, pero guárdenme el secreto, no se lo digan al ventero.
(Salen los gitanos, Aldonza, Palomeque, el criado de Don Juan y Preciosa).
Cervantes.-La música templa al más afligido.
Don Juan.-Y también a las doncellas…






Poeta de los XIII Encuentros de Humanidades y Filosofía
Raúl Herrero Herreo
Entrega del Premio Cervantes de la Filosofía
Antonio Muñoz Ballesta en la entrega del Premio Cervantes de la Filosofía a Michel Houellecbecq
Entrega del Premio Cervantes de la Filosofía
Antonio Muñoz Ballesta en la entrega del Premio Cervantes de la Filosofía a Michel Houellecbecq